Cuenta Paula:
No podía creer como había pasado todo tan rápido. Ver a
Pedro entrar por esa puerta con Thiago en brazos hizo que mi mente ponga play a
una película de los últimos meses. Todo lo que habíamos vivido juntos en el
embarazo y todo lo que faltaba por delante era increíble y hermoso.
Nuestro hermoso hijo se encontraba en mis brazos tomando
teta por primera vez. Sentir su piel con la mía y ese aroma era una sensación
inexplicable.
Era Mama, Pedro y yo los habíamos creado y ya estaba en este
mundo sano y fuerte. Y eso me alcanzaba para ser feliz.
Pero esta felicidad que sentía que no podía ser mayor el día
de hoy se multiplico, cuando recibí la sorpresa de Pedro y nuestro bebe.
Una sorpresa que jamás me hubiese imaginado recibir hoy.
Al abrir la manta de Toto, como le había puesto PP, me
encontré con que su babero tenía una inscripción dedicada a mí.
“¿Te
queres casar con Papa?”
No pude evitar la emoción. Mis lágrimas comenzaron a caer,
feliz por la propuesta.
Luego de tan hermoso momento y obviamente decirle que sí,
Pedro aviso a todos nuestros familiares de la llegada de Thiago, a pesar de ser la madrugada. Y los tres nos quedamos en la habitación descansando.
No recuerdo en que momento me dormí, pero cuando me desperté
pude ver a Pedro recostado en la cama de al lado mío que la habitación ofrecía
para la comodidad de los maridos que acompañaban a sus esposas con Thiago en su
pecho, el mirando la tele sin volumen y Toto dormido profundamente.
Hola amor, seguí durmiendo que todavía le falta para comer –
dijo bajito mientras sonreía –
Cuánto dormí? –
Veinte minutos amor, descansa que yo lo cuido no te
preocupes –
Me venció el sueño, estábamos charlando cuando me dormí no?
–
Si – sonrió – de golpe levante la vista mientras te hablaba
y te habías dormido, aprovecha que duerme así estas más despierta para darle de
comer –
Le miraste el pañal? Porque se hacen seguido –
Ya lo cambie, había hecho pis y caca –
Pudiste solo?, le limpiaste el ombligo? –
Si mi amor, hice todo quédate tranquila, descansa dale, yo
te despierto cuando tenga que comer –
Seguro va a llorar igual, si estás cansado ponelo en la
cunita y dormí vos también –
Si mi amor, quédate tranquila, gracias por cuidarme –
De nada – sonreí y volví a acomodarme para dormir un ratito
más hasta que Toto me necesite, ya que el sueño me vencía a causa de que los
últimos días no había podido dormir muy bien –
Estaba en un sueño profundo cuando sentí las caricias de
Pedro en mi cara.
Mi amor… despertate, que tiene que comer Toto –
Mmm… pero no lloro, déjalo que descanse –
No ya sé, no lloro pero se está metiendo toda la manito en
la boca –
Sonreí y abrí los ojos sentándome para poder darle de mamar.
Como no vas a llorar hijito, veni con mama – mientras lo
agarraba suavemente de los brazos de PP viendo cómo se metía la manito en la
boca –
Increíble, parece que salió tranquilito a mí – rio –
Estas diciendo que yo no soy tranquila? Que feo eso Alfonso
–
Es un chiste mi amor –
Ya se amor, yo también te estoy haciendo un chiste –
Qué bien que agarra la teta, que bueno –
La verdad que si – sonrei – me preocupaba no poder
darle bien de mamar
Yo no dudaba en que lo ibas a hacer excelente –
Porque confías mucho en mí, en cambio yo… mucho que digamos
no –
El momento que esperaba llego, hoy 6 de enero, siendo las
17:30hs nos encontrábamos en el auto los tres volviendo a casa.
El día de ayer en la clínica habíamos recibido la visita de
todos nuestros familiares para conocer a Thiago, así que hoy nuestra primera
tarde en casa seria tranquila, los dos solos junto a él. Y la noche seria la
prueba de fuego.
Al llegar baje de la parte trasera del auto, saque a Toto
del huevito y con él en brazos me dirigí al ascensor, en compañía de Pedro que
venía con el cochecito lleno de los regalos que habíamos recibido, más los
globos y las flores.
Mi amor, podes abrir la puerta vos? No me dan las manos –
dijo PP riendo –
Sí, yo abro no te preocupes. Pareces Papa Noel –
Se me está por caer todo – rio –
Abrí la puerta lo más rápido que pude y con una mano entre
el cochecito.
Gracias amor, si no entrabas el cochecito creo que se me
caía todo esto –
No agradezcas amor – bese sus labios – lo llenaron de regalos,
no quiero imaginarme como la van a malcriar
Yo si me imagino, y me asusta – rio mientras
acariciaba la carita de Toto – lo que me pone contento es que Francisco se puso
contento ayer cuando lo vio, y no se puso celoso como pensé
A mí me sorprendió y me alegro, no quería que se sienta mal
–
Yo tampoco quiero, veremos cómo se va dando todo, después
cuando vea que crece le va a gustar porque va a tener alguien para jugar –
Bueno… me parece que voy a ir a mostrarle su habitación y
darle de comer –
Sí, me parece que es hora ya, está abriendo los ojitos y
metiéndose el dedo en la boca –
Sí, es hora ya – bese su manito libre – no puedo creer que
no se queje
Yo tampoco lo puedo creer. Vayan tranquilos que yo voy a ir
acomodando todo y te voy a preparar algo merendar. Queres algo en especial? –
Mmm no, solo un té y … -
Dos tostadas con mermelada de durazno? – sonrió mientras
completaba la frase –
Si mi amor, eso. Te amo, ahora cuando termino vamos para la
cocina –
Preparo todo acá en la mesa ratona así estas más cómoda –
Dale, mejor –
Volví a besarlo, y con Toto en brazos me dirigí a su
habitación para mostrársela y darle de mamar por primera vez en su mecedora.
Espero que les haya gustado el capitulo, quedan solo cinco. Gracias por todos los comentarios
Es una dulzura total esta novela, me encantó este cap!!!
ResponderEliminarEran dulces los dos...ahora q son tres son lo mas lindo!!! mimiroxb
ResponderEliminarhay me encanto es te y el anterior muy lindos , comento ahora porque recien los pude leer besos
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