Cuenta Paula:
Día tranquilo en la clínica.
Por suerte había tenido bastante tiempo y habíamos logrado
juntarnos en el café de la esquina con Martin y Rodrigo.
Hoy por fin era el día que tanto había esperado.
Iba a proponerle a
Pedro la operación.
La charla había sido extensa con los dos. Pero por fin los
tres coincidíamos.
Era el momento adecuado para intentarlo.
Según Rodrigo Pedro había mejorado muchísimo, y estaba en un
momento de su vida en el que se merecía darse la oportunidad.
PP no paraba de hablar del embarazo, por fin había dejado
de lado sus bajones y ya no le daba importancia a la visión.
Por eso era el momento justo para hacer la prueba.
Al estar tranquilo y despreocupado por el tema todo iba a
ser más sencillo.
Aunque…. Sabíamos que era un riesgo, ya que si esto salía
mal él iba a entrar nuevamente en una crisis.
Pero confiábamos en que eso no iba a suceder y todo iba a
salir bien, las condiciones estaban dadas.
Con mi mejor humor llegue a casa. El olor a comida invadía
todo el lugar y la mesa estaba lista.
PP había preparado una cena romántica.
Y si, él era increíble, distinto a todos, en todos los
sentidos.
Llegue pensando que lo iba a sorprender con la noticia que tenía
pero él me sorprendió primero.
Cena romántica por el mes y medio de convivencia.
El regalo que recibí fue algo hermoso e intrigante.
Una pulsera con dijes, que según él le había creado un
sistema, en el que por cada mes de gestación de nuestro porotito iba a recibir
un dije nuevo y al llegar al último, cuando nazca iba a darme una sorpresa.
Bueno mi amor, vine con una noticia, pero con la sorpresa
que nos tenías preparada me desplazaste – reí –
Perdón mi amor, no sabía, que paso? –
Eh.. –
Ya sé, no me digas – dijo interrumpiendo – son dos
Jaja no mi amor estás loco? –
Porque loco? Estaría bueno –
Si, sobre todo para mi cuerpo no? – reí –
Bueno si no es eso que es – dijo apenado y yo sonreí –
No me digas que te bajoneaste –
No mi amor nada que ver –
Aparte… que te hace pensar que si hubiese tenido una ecografía
iba a ir sola? Nunca te alejaría de ese momento –
Tenes razón mi amor – sonrió – bueno dale decime que pasa
Bueno hace ya más de un mes… pensé que –
Que cosa pensaste –
Estas un poco ansioso no? –
Si perdón – rio –
Voy directo al grano mejor –
Dale –
Existe la posibilidad de que te puedas operar mi amor –
…. –
El recibir solo silencio de su parte me asustaba y mucho.
Prefería escuchar un grito o un llanto antes que un
silencio. Necesitaba que se exprese.
Mi amor… - suspiro colocando su mano en mi cintura ya que yo
me encontraba sentada encima de el –
Que mi amor – dije dudosa –
Porque decís que puedo operarme? –
Hace… hace más de un mes yo pensé que era el momento. Pero
lo consulte con Martin y Rodrigo y ellos me dijeron que lo mejor era esperar un
poquito más. Y acá estamos… hoy tuvimos nuevamente una charla y coincidimos en
que si vos estás de acuerdo podemos intentarlo –
Espera… espera, la palabra “intentar” no me gusta cómo suena
en la frase –
Amor… -
El intentar se refiere a que estoy igual a cuando nos
conocimos? –
No – sonreí – Rodrigo dijo que vos estas en perfectas
condiciones para poder lograr esto mi amor
De verdad me lo decís? – dijo sonriendo pero pensativo –
Si amor, es el mejor momento para probar no te parece? –
… -
Mi amor contéstame no puedo saber que sentís –
Necesito un poquito de tiempo para pensar amor, por favor –
Está bien gordito, te entiendo -
Dame unos días, solo algunos días así ordeno mi cabeza –
Los que vos quieras mi amor, no necesito que tomes la
decisión apresuradamente. Vos sabes que yo te voy a apoyar en lo que vos
decidas –
Gracias mi amor –