Capitulo 53

Cuenta Paula:

Las horas que me quedaban de trabajo se me hicieron interminables.

Estaba feliz, la sonrisa más grande de todo el universo se encontraba en mi cara y el buen humor me invadía.

Pero en lo único que pensaba era en llegar a lo de Pedro y estar con él para poder conectarnos con la panza.

La gente estaba por demás fastidiosa hoy, se ve que yo iba en contra de todos.

Cuando mi humor era bueno el de la gente que me rodeaba era malo, nunca era capaz de coincidir con los demás, o los demás no eran capaces de coincidir conmigo.

Moría por contarle a mis viejos y a mis hermanos. Pero debía controlarme, tenía que hacer fuerza y aguantar un poco.

Pero como la ansiedad era mi segundo nombre, como me decía mi mama cuando era chica, no aguante y quede con Florencia para encontrarme al otro día en un café, diciéndole  que debía contarle algo.

Al llegar a lo de Pedro, toque el timbre y a los minutos me abrió, con el pelo mojado, por lo que pude notar que recién se había bañado ya que a él se le secaba muy rápido.

Cenamos juntos y luego nos acostamos a escuchar la ecografía juntos.

Lo notaba …. No sé si triste era la palabra, pero muy frustrado por no poder ver la primer foto de nuestro bebe como dijo él.

Me partía el alma que se ponga así, porque todo este tiempo el había avanzado mucho con la terapia.

Pero con Martin hacia unos días que habíamos charlado sobre él, y con lo que habíamos vivido hoy, estaba más segura que nunca de que Martin debía decirle lo que ambos pensábamos y habíamos analizado.

Mi amor… buen día gordito arriba que tengo el desayuno listo – bese su nuca ya que se encontraba durmiendo boca abajo –

Mm que lindo despertarse así –

Dale mi amor, te hice café y tostadas con manteca y dulce de leche –

Voy a salir rodando amor –

Se invirtieron los roles? – reí – ahora que yo voy a empezar a comer en forma desmedida vos te vas a cuidar? Así no Alfonso eh

Tenes razón te voy a hacer la segunda – rio – buen día mi amor – beso mis labios y mi panza – como dormiste?

Perfecta mi amor, aunque estoy más acostumbrada a dormir en mi cama, casi siempre dormimos allá –

Y si nos mudamos te vas a llevar tu cama? – rio – tenes que poder acostumbrarte mi amor

Tenes razón – sonreí – te amo sabes no?

Y esa declaración de afecto tan temprano? –

Me estás diciendo que soy una fría e insensible? –

No no mi amor nada que ver fue un chiste, me salió mal perdóname –

Perdóname vos a mi – reí – me parece que estoy un poco hincha

Noo… nada que ver amor mío – dijo riendo –

Ah estas malo con ganas –

No mi amor solo te cargo –

Desayunamos entre mimos y después de darnos una ducha juntos lo deje en la empresa para que comience su día laboral, con la promesa de cocinarle a la noche en casa.

Me dirigí al shopping y entre a Mimo.

La ropa era hermosa, me acuerdo que hace dos años me encontraba eligiendo ropa para Francisco y hoy estaba de nuevo acá, pero comprando ropa para mi bebe.

Me emocionaba, me sentía feliz y se notaba a miles de kilómetros.

Compre una batita para recién nacido y un gorrito en blanco, era todo hermoso. Me quería llevar el local entero, pero era consciente de que todavía tenía que esperar un tiempo.

Le envié un mensaje a Flor que la esperaba sentada en Starbucks y camine un rato recorriendo varios negocios y comprándole algunas cosas a PP.

Hice mi pedido y me senté en uno de los sillones alejada de los demás para esperar a Flor.

Al verla entrar mi cuerpo comenzó a  sentir un nerviosismo imposible de disimular.

Contarle esto no era fácil, me daba timidez y tampoco sabía cómo hacerlo.