jueves, 20 de febrero de 2014

Capitulo 37


Cuenta Paula:



No podía creer lo que estaba pasando, otra vez Pedro estaba inseguro. Otra vez dudaba de "esto".


No tenia las fuerzas suficientes para soportar el dolor. No tenía fuerzas para quedarme sola. Lo necesitaba. Necesitaba que me abrace, que me bese, que me acaricie.


Estaba harta que su ceguera le impida ser feliz conmigo. Cuando a mí nunca me lo impidió. Nunca fue algo que me molestara. Yo lo amaba como era.

Estábamos haciendo todo lo posible con Martin y Rodrigo para que el recupere la vista, pero por el. No por mí. Yo lo iba a seguir amando vea o no.



Lo único que yo quería era que se deje querer y que se permita ser feliz.

Se fue de mi departamento dejándome sola, llorando, sin importarle nada.


No me entraba en la cabeza que piense de la forma que lo hacía.

Me destruía por dentro. Me hacía sentir que no le demostraba el amor que sentía por él.

Me hacía sentir que yo estaba haciendo las cosas mal.



Llame a mi mama ahogada en lagrimas. Y su frase fue contundente.

"Si lo amas, anda a buscarlo, no lo pierdas. Demostrale lo que sentís cueste lo que cueste"


Tenia la cabeza quemada, ya no sabía cómo hacer para que sienta que lo amo.


Me recorrí varias imprentas, hasta que llegue a la indicada.
Después de que me preparen lo que quería me dirigí a mi casa y comencé a llamarlo incansablemente.



Llamados que nunca contesto, siempre escuchaba lo mismo " hola soy Pedro Alfonso, en este momento no te puedo atender. Después del tono déjame tu mensaje y después te llamo ".


Podrida de escuchar eso estaba. No lo soportaba mas. A las diez y media de la noche me rendí. Mañana lo intentaría nuevamente. Mañana le iba a decir todo lo que sentía quiera o no. Y después iba a dejar que él decida qué es lo que quiere hacer. Así me duela el alma.



Me prepare un tostado y con eso y una botella con agua me dirigi a mi cama.

Me puse a ver los Simpson mientras comía. Y a eso de las doce de la noche apague todo e intente dormir cosa que no fue fácil.




A las siete de la mañana sonó mi despertador.

Revise el celular con la ilusión de que Pedro haya respondido alguno de mis tantos llamados. Pero no fue así. Ni un mensaje de el tenia. Solo de mi mama preguntándome si estaba mejor.


Le conteste y luego de darme una ducha y colocar café en mi taza térmica me dirigí a la clínica.


Al salir iría a la casa de Pedro y me quedaría pegada al timbre hasta que me abra. 



El día se me estaba haciendo eterno, en lo único que pensaba era en que quería que sean las cuatro y media de la tarde para Salir e ir a hablar con Pedro.


Cuatro y cuarenta de la tarde me encontraba subiendo a mi auto. Estaba lista para arrancar, pero cuando coloque la llave me di cuenta que el auto no arrancaba.  Genial Paula.



Me baje del auto totalmente malhumorada y suspirando, no me podía pasar esto, no hoy que quería irme rápido al departamento de Pedro.


Al bajarme y dar la vuelta me di cuenta que había dejado las luces prendidas. Por lo tanto se me había consumido la batería del auto. Y ahora? Que hacia?


Entre a la clínica y busque a Martin, necesitaba que el me ayude, sino no me iría mas de acá.


Estaba atendiendo, y el que se tomaba su tiempo para todo… espere afuera hasta que vi que el paciente salía del consultorio.


Por suerte el tenia los cables que se necesitaban.

Después de un rato logre salir de allí, pero el transito no estaba colaborando con mi “buen humor”



Totalmente colorada de los nervios y acalorada llegue a la cuadra de Pedro, y gracias a dios, y las casualidades el estaba por ingresar al edificio con unas bolsas de supermercado.


Estacione lo más rápido que pude y baje casi corriendo acercándome a el.


Pedro! Para, no entres – dije algo agitada –

Paula? Que haces acá? Ándate – dijo totalmente frio –

Dame que te ayudo – dije sacándole las llaves de la mano sin darle tiempo a nada – no me voy a ir hasta que no hablemos

Ya hablamos ayer, ándate por favor –

Dije que no me voy a ir hasta que no hablemos deja de hacerte el duro –

Está bien, solo cinco minutos …. – dijo pensativo –

El tiempo lo manejo yo, no tenes derecho a decirme nada, porque ayer me dejaste con la palabra en la boca –

Está bien –




Subimos en completo silencio, y al llegar al departamento lo ayude a guardar las cosas que había comprado, a pesar de que se resistía y luego lo hice sentar en el sillón. Ahora era él, el que me escucharía a mí.




6 comentarios:

  1. Que se reconcilien!!! Que pedro se permita ser feliz sin importar la ceguera.

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  2. Que le dijo?? Que le dijo?? Seguila, plz.

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  3. No me podés dejar así nena, quiero el cap 38 yaaaaaaaaa please. Es tan buena tu forma de escribir que no me canso de leer y releer cada cap. Quiero el próximo cap cuanto antes POR FAVORRRRRRRRRR!!!!!!!!!!!!!

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  4. Para mí pedro tendría que hablar con el psicólogo de lo que le pasa o explicarle bien a paula , y no ser tan drástico, porque la lastima y se lastima a él mismo, tiene que entender que la ceguera no es un impedimento para amar y ser amado, de hecho ella lo ama incondicionalmente y quiere estar con él
    me encanta la nove y como escribís

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  5. por favor para cuando la reconciliacion me quema que no s earregle. bueno me gusto el cap muy bien escrito te mando besos espero el siguiente @iara_tefiPyP

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  6. Ojalá se arreglen pronto Johi, perdón por no haber comentado antes pero estuve estudiando que rendía un final, hermosos los últimos caps! beso grande!

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