Capitulo 74

Cuenta Pedro:

El primer día en casa luego de la operación había estado lleno de mimos.

Toda mi familia había venido a estar conmigo.

Pau en estos cinco días nunca me dejo solo, me malcrió a más no poder y me dio las fuerzas necesarias para no desesperar y enloquecer en este último periodo de espera.

Hoy era el momento de la verdad, me encontraba en el consultorio de Martin, con Pau, a segundos de sacarme la venda.

Los nervios me invadían. Las manos me transpiraban. No había forma de volver atrás, era AHORA y YA.

Bueno Pedro estás listo? –

No, necesito a Pau… amor me das la mano? –

Si gordito – al instante sentí como agarraba mi mano y acariciaba mi brazo – tranquillo amor – dijo 

casi en un susurro –

Bueno ahora si…  - suspiro  y yo realice la misma acción –

Martin estuvo unos segundos retirando la venda. Sentía sus movimientos y mis nervios iban cada vez más en aumento.

Listo Pedro, ya podes abrir los ojos – dijo Martin colocando su mano en mi hombro y Pau apretó más mi mano –

Dale mi amor, vos podes –

No no puedo – dije con los ojos cerrados presionándolos –

Dale mi amor este es el momento nosotros estamos acá con vos –

La voz de Pau sonaba más dulce que nunca, traslado mi mano a su panza y la coloco allí, poniendo su mano arriba de la mía, dándome fuerza y confianza.

Tome aire, y abrí mis ojos.

Estaba en shock y los últimos años de mi vida estaban pasando frente a mí como una película.

Las voces de Paula y Martin no dejaban de hacer ruido en mi cabeza.

Y Pedro?  Ves algo? – Dijo el hombre de guardapolvo blanco frente a mí –

Las lágrimas comenzaron a rodar por mis mejillas. Después de tanto tiempo estaba viendo nuevamente.

Al yo no emitir sonido vi como a la par de Martin se colocaba frente a mí una mujer hermosa.

La más hermosa de todo el mundo. Mi AMOR.

Mi amor deci algo por favor –

Pau? – Dije parándome con cuidado y acercándome más a ella –

Me estás viendo? Mi amor me estás viendo? – Dijo llorando y acariciando mi mejilla –

Te estoy viendo mi amor, si, no lo puedo creer – dije sonriendo sin poder frenar las lágrimas que caían sin control por mi rostro –

Bienvenido PP – dijo sonriendo  Martin – y felicitaciones, todo este tiempo de esfuerzo valió la pena

Gra… gracias no sé qué decir –

No agradezcas nada, esto lo lograste vos, los dejo unos minutos solos chicos, nos vemos después – dijo con una sonrisa de oreja a oreja y abandono la habitación –

Hola mi amor – dijo Pau sonriendo y viéndome a los ojos –

Hola – sonreí – sos tan …. Hermosa… mira lo que es la pancita de papa – dije agachándome y besándola – no lo puedo creer, soy feliz

Paula se tiro a mis brazos, me abrazo lo más fuerte que su fuerza le permitió y coloco su cara en mi cuello. Podía sentir sus lágrimas y su respiración. Estaba emocionada.

Estas bien gordita? – acariciando su espalda –

Estoy perfecta, estoy feliz mi amor – dijo separándose un poco y mirándome  a los ojos – ves …bien? O un poco borroso?

Apenas borroso pero a lo lejos, sos tan hermosa, no puedo mirar otra cosa que no seas vos –

Entonces quiero aprovechar la atención y que me mires bien, quiero decirte algo muy importante – TE AMO

Yo también TE AMO – la acerque a mi atrayéndola por la cintura y bese sus labios –

Y ahora me encontraba en el medio de la nada abrazado a Pau.

Mi mundo se había derrumbado, ese mundo oscuro se había ido, y lo único que podía mirar era a la hermosa persona por dentro y ahora por fuera que había estado conmigo todo este tiempo.

Llego lo que tanto querían. Pedro ve, esperemos que no sea un sueño no?

Espero que les guste este capitulo, veremos como sigue esta historia. Gracias a todos los que siempre leen y dejan tan lindos comentarios.