Capitulo 75

Cuenta Paula:

Martín comenzó a sacarle la venda pero al terminar Pedro se encontraba con los ojos cerrados, negándose a abrirlos.

Le apreté la mano dándole fuerzas, quería y necesitaba que se dé cuenta y que sienta que nosotros estábamos apoyándolo, y que se cual sea el resultado yo iba a estar siempre a su lado.

Abrió los ojos a los segundos pero no emitía sonido alguno. Mis nervios iban en aumento y ya  me estaba inquietando.

Le solté la mano suavemente y me pare a la par de Martín.

Luego de pedirle que diga algo él se paró y se acercó a mí diciendo mi nombre.

Yo no lo podía creer, mi amor, el padre de mi bebe me estaba viendo. Lloraba de felicidad.

Todas las emociones recorrían mi cuerpo. No podía controlar las lágrimas que caían por mis mejillas y menos las de Pedro.

Nos quedamos solos unos minutos en el consultorio y lo único que podía hacer era abrazarlo y llorar de felicidad.

Todos los nervios que había sentido en la operación y en estos días de recuperación los estaba evacuando a través de las lágrimas apoyadas en su cuello.

Al cabo de unos minutos Martín volvió a ingresar al consultorio.

Y como están los tortolitos? – dijo sonriendo mientras cerraba la puerta tras el –

Muy bien – sonreí cual nena –

Emocionado – dijo PP mirándolo –

Como te sentís? Te duele algo? Como ves? –

Veo bien de cerca, el cartel de allá – dijo señalándolo - las letras no las veo muy bien

Es normal, te tenes que habituar de nuevo, te puede llegar a doler la cabeza un poco también por la luz, así que no te asustes –

Está bien – sonrió – puedo usar la campu la tele y esas cosas?

Yo diría que por hoy y mañana no, tranquilo vamos a ir de a poco, veni sentate que te voy a revisar –

Bueno está todo muy bien, vas a usar anteojos de sol por hoy y mañana. Vos Pau cuando volves a trabajar? –

Mañana –

Bueno vénganse juntos que te reviso de nuevo y ahí vemos como seguimos si? –

Si mañana lo traigo – mientras sonreia –

Que soy un paquetito? – rió –

No, sos mi bebe –

Ah entonces tenes dos bebes – Martín reia y la cara de Pedro cambio –

Amor me dejas unos minutos con el? Ahora salgo yo –

Si gordo, te espero afuera, nos vemos mañana – le di un abrazo a Martín y Salí –

Me quede charlando con Silvana, una de las chicas que trabajaba en ese piso y yo conocía mientras hacía tiempo para esperar a Pedro.

Al escuchar cerrarse la puerta del consultorio me despedí de ella y me acerque a PP.

Todo bien mi amor? –

Si por? – sonrió -

Porque te cambio la cara de golpe –

No no pasó nada, solo quería agradecerle por todo, estuvo mucho conmigo todo este tiempo y estoy contento de poder verlo –

Sos tan lindo mi amor, y con esos anteojos de sol más, de donde los sacaste? No son tuyos –

Me los regalo el, me los dio en un paquete, al parecer tenía confianza en que iba a volver a ver  –

Vamos yendo a casa? Y desayunamos? Ahora no tenes excusas para comer mis galletitas – dije en 

forma de chiste –

Si, que muero de ganas, ahora si me volvió el apetito –

En el auto y cantando, felices nos dirigimos a casa. Entramos a nuestro departamento, pusimos Ciro de fondo y ahora sí, nuevamente comencé a hacer el “desayuno”

Mm que rico olorcito – sentí sus manos sobre mi panza mientras me abrazaba de atrás –

Estoy haciendo un revuelto con jamón y queso mi amor, porque digamos que se nos pasó el desayuno, es mitad desayuno y mitad almuerzo ya – sonreí -

Si es verdad – beso mi cuello – son las once y media ya. Llame a Hernán y le avise – dijo sonriendo mientras se ponía a la par mía para poder mirarme – y a mis papas también, ellos les van a avisar a mis hermanos

Estas contento no? Tenes una carita de felicidad –

Estoy muy feliz, y perdón si no dejo de mirarte pero sos muy hermosa –

Cállate – reí –

De verdad te lo digo, yo sabía que eras hermosa, pero no me imaginaba que tanto, y la pancita te queda muy sexy – agachándose – hija pusiste muy linda a mama

Otra vez? Es nene Alfonso –

Es nena, léeme los labios N E N A – rió –

Y léemelos vos a mí – dije pegándolo a mi cuerpo – T E A M O 

Y yo a vos mi amor –

Nos quedamos charlando y mimándonos durante una hora mientras comíamos nuestro desayuno/almuerzo y luego nos acostamos en la cama los tres juntitos a dormir una siesta ya que a Pedro le había comenzado a doler un poco la cabeza.

Espero que les guste el capitulo. Si quieren pueden comentar acá o en tw.